jueves, 10 de mayo de 2007

Trilogía de despropósitos

En apenas diez días, hemos tenido conocimiento, a través de los medios de comunicación, de tres noticias de aquellas que sustentan la expresión "la realidad supera a la ficción". Si estos hechos los hubiéramos contemplado en una película en vez, de en las noticias, diríamos aquello tan típico de "venga hombre, aquí se han pasado".

Vendo costo del güeno

La semana pasada era detenido y posteriormente puesto en libertad con cargos, un joven de 31 años, vecino de Badalona, por haber publicitado su negocio ilícito de venta de haschís a través de carteles colgados en las proximidades de un instituto de un barrio badalonés. Junto a la noticia, en los periódicos, apareció publicada la misiva que contenía el anuncio y la verdad, es que no tiene desperdicio.

El secreto del éxito empresarial consiste en tener un producto de calidad y saber venderlo. Hay que ir a la nuez del consumidor, impactar al destinatario y hacerle conocer las virtudes del producto. Así, la primera frase no podía ser más acertada: "Vendo costo del güeno". Nuestro protagonista se deja de sutilezas y va al grano. Nos advierte que el producto es selecto, lo que sin duda demuestra una honestidad que escasea en los tiempos actuales, donde frecuentemente nos quieren dar gato por liebre. El hombre avala su producto y da garantías de calidad. El chocolate no será gena.

A continuación, establece claramente que su mensaje está exclusivamente destinado a un target determinado: "los chavales rollaos (enrollados) y no venir los menores". En este sentido, se pueden hacer dos lecturas: una, que se preocupa por la salud y el normal crecimiento de la juventud de Badalona, y otra, que además de tener un espíritu emprendedor, este camello, tiene conocimientos jurídicos, y sabe que la condena se agrava en caso de venta a menores. Lástima que no supiera que la publicidad también agrava el delito.

Una de las grandes perlas del autor (y más después de haber colgado decenas de carteles por el barrio) es "no armar jaleo o no su vendu na". Después de esta advertencia apelando a la discreción, con el riesgo de quedarse sin el "costo güeno" en caso de incumplir la advertencia, Marcos, así se presenta él mismo en el anuncio, da las instrucciones para realizar la transacción. Además, demostrando unas grandes dotes artísticas y geográficas, realiza un croquis donde indica la ubicación de su domicilio y los bancos donde el cliente debe esperar. Para no dejar margen de error, pone como referencia la calle Huelva y el "tituto", es decir, el instituto.

Algunos pensarán que bromeo. No es así. Si este camello de barrio, hubiera nacido en la Bonanova, estoy seguro que sería, en la actualidad, un empresario triunfador y socialmente respetado. Sin duda, su iniciativa demuestra un gran talento empresarial y una visión innata de marketing que aplicados a otros campos, serían la envidia de muchos tiburones de la Diagonal, los cuales adquirieron sus conocimientos después de que sus padres hubieran pagado una morterada a Esade o al Abad Oliba. Marcos no ha tenido esta oportunidad y así, su talento se ha diluido por no tener una formación de base. El hombre y sus circunstancias.

A todo gas

Ayer, me levanté y como cada mañana puse la televisión. Bueno hay veces que ya está encendida porqué la noche anterior me he quedado dormido sin apagarla. Pero al tema. Pongo TV3 y veo a Josep Cuní explicando que el día anterior, un surcoreano parapléjico había causado un monumental atasco en la C-37, al circular durante bastantes kilómetros por esta vía... ¡en una silla de ruedas con motor!. Evidentemente, la falta de complejos de este tipo me provocó una mezcla de estupor y gracia que me hizo sonreir (algo inusual recién levantado). No fui al único que le hizo gracia porqué Cuní y sus colaboradores tenían que reprimir los impulsos para no soltar alguna carcajada sobre todo cuando llamó una conductora testigo de los hechos para dar su testimonio. Pero, no fue el único momento. El cachondeo subió de tono cuando uno de los colaboradores del programa afirmó que este hombre estaba dando la vuelta al mundo en su silla motorizada. Finalmente, otra colaboradora, al preguntar si había venido directamente de Corea exclusivamente por medio de la tracción que proporcionaba el motorcito a la silla, desató unas risas contagiosas entre los miembros del programa por lo que, adecuadamente, decidieron cambiar de tema.






Piensan que no se puede superar. Están equivocados. Llego por la tarde a casa, pongo la tele y veo la noticia de un individuo tetraplégico en el Ferrol (Galicia) que antes de ser interceptado por una patrulla de la policía local, había recorrido de noche, por una autovía a una velocidad de 20 km/hora (es decir, la máxima que podía alcanzar) más de dos kilometros en... ¡una camilla motorizada que maneja con la boca! No, no he bebido, ni he fumado en exceso. Es verdad. Para rematar la faena, cuando los agentes le preguntaron que como es que circulaba por la autovía, el buen hombre les explicó que su intención era ir a un club de carretera ( sí,sí... de esos en los que hay mujeres que fuman), pero evidentemente al estar postrado en la camilla, la visión no es excesivamente buena y eso provocó que se equivocara al salir de una rotonda. Así, en vez de coger la salida del burdel se introdujo sin querer en la autovía y claro no iba a hacer la pirula. Hablando de beber, fumar o drogarse. Por un momento, pónganse en la situación de ese conductor colocado que circula por una autovía y de repente adelanta a una camilla motorizada conducida por un tetraplégico con la boca, circulando por uno de los carriles. ¿Qué le puede pasar por la mente en ese momento? Seguramente, que tiene que cambiar de camello.

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